Fue detenido el presunto atacante; es un siquiatra de entre 39 y 40 años con grado de comandante
El destacamento, que alberga a 45 mil efectivos, es el mayor de Estados Unidos en todo el mundo Afp y Dpa
Periódico La Jornada
Viernes 6 de noviembre de 2009, p. 22
Fort Hood, Texas, 5 de noviembre.
Al menos 13 soldados murieron y otros 31 resultaron heridos hoy durante un tiroteo en la base militar de Fort Hood, Texas, informaron las autoridades. El presunto atacante, que al parecer contó con ayuda, fue detenido; dos soldados arrestados bajo sospecha de complicidad en el tiroteo fueron liberados, informó el general Bob Cone, comandante de la mayor base de Estados Unidos en todo el mundo.
Entre los móviles para comenzar el tiroteo, los medios de comunicación especularon con que uno de ellos, un siquiatra, era “acosado” por sus compañeros, y el hecho de que uno o los tres uniformados estaban a punto de ser enviados a Irak o Afganistán.
Fuentes internas de la base, en la que están desplegados 45 mil efectivos, señalaron, sin dar más detalles, que en el destacamento había un importante número de soldados con estrés postraumático tras haber intervenido en las operaciones de Irak o Afganistán.
Según la cadena NBC, el responsable de la matanza es un militar de entre 39 y 40 años, con grado de comandante, en tanto que el soldado abatido fue identificado como Malik Nadal Hasan. El presidente Barack Obama calificó el hecho como “un terrible rebrote de violencia”.
El mayor del ejército que desató un tiroteo este jueves en una base militar causando 13 muertos, se sentía acosado por sus compañeros de armas, dijo uno de sus primos a un canal de televisión. “Él era víctima de acoso por parte de sus compañeros” del ejército, dijo Nader Hasan a la cadena Fox.
El mayor Malik Nadal Hasan, un médico siquiatra al servicio del ejército, desató un tiroteo en la base de Fort Hood, la más grande de Estados Unidos, ubicada en el sur de Texas, causando la muerte a 13 uniformados y heridas a otros 31, antes de ser detenido.
“No pienso que él se hubiera sentido jamás decepcionado por el ejército”, añadió Nader Hasan, enfatizando que sin embargo “había un acoso” contra su persona.
No queda claro cómo fue que el siquiatra militar logró que dos de sus compañeros lo secundaran en el tiroteo. Según la senadora del sureño estado Kay Bailey Hutchison, Nadall Hasan debía ser enviado próximamente a Irak.
El hombre, un musulmán nacido en Jordania, abrió fuego hacia las 13:30 locales con dos armas de mano, en un recinto donde numerosos soldados eran sometidos a revisiones médicas previas a su partida hacia Irak o Afganistán. Sin embargo, según la versión del congresista John Carter, el tiroteo comenzó durante una ceremonia de entrega de diplomas.
“El tirador fue abatido. Era un militar. Desde entonces hemos detenido a otros dos soldados considerados sospechosos (de participar en el tiroteo)”, dijo el general Bob Cone, y precisó que según los testigos hubo más de un tirador. Horas más tarde aseguró en un comunicado que el mayor Malik Nadal Hasan estaba vivo y se encontraba detenido, y declinó pronunciarse sobre el móvil del tiroteo.
El Pentágono difundió imágenes de heridos que eran desalojados en camillas e instalados en ambulancias, mientras que tiradores de elite rodeaban un edificio, acompañados de perros. Los primeros informes dijeron que había mujeres y niños heridos, ya que en la base hay familiares de militares.
Durante una intervención en directo desde la Casa Blanca, el presidente Barack Obama calificó el hecho como “horrible desencadenamiento de violencia”. Agregó que “mis pensamientos y oraciones son para los heridos y las familias de los que han muerto”.
“Ver caer a esos valientes estadunidenses en el campo de batalla en el extranjero ya es bastante difícil. Verlos tomados por blancos en una base militar y en suelo estadunidense es aterrador”, dijo.
El secretario de Defensa estadunidense, Robert Gates, dijo estar “profundamente afligido” por el sangriento tiroteo. “Puedo asegurar que el Departamento de Defensa hará todo lo que esté en su poder para ayudar a la comunidad de Fort Hood a atravesar estos momentos difíciles”, añadió.
El Departamento de Seguridad Interior, a cargo de la lucha contra el terrorismo, insistió por su parte que aún es demasiado pronto para determinar el móvil del tiroteo.
En un comunicado, el senador por Texas John Cornyn advirtió contra toda conclusión apresurada y la difusión de “rumores o informaciones inexactas” sobre las razones del incidente en la base.
Una de las principales asociaciones musulmanas estadunidense, Cair, condenó asimismo el tiroteo. “Ninguna ideología política o religiosa pueden justificar o excusar tal violencia gratuita y ciega”, indicó en un comunicado.
La policía militar rodeó el edificio, mientras que la base, ubicada unos 95 kilómetros al norte de la capital texana, Austin, fue cerrada al tránsito entrante y saliente.
El Departamento de Seguridad Interna, responsable de la lucha contra el terrorismo, señaló que aún es “muy temprano” para determinar el móvil del tiroteo.
La base militar de Fort Hood es la más grande del mundo. Situada en el corazón de Texas, a 100 kilómetros al norte de Austin y a 80 al suroeste de Waco, es “la mayor” del ejército estadunidense y cubre cerca de 880 kilómetros cuadrados, según su página en Internet.
El complejo alberga al menos a 52 mil soldados y varios miles de civiles. Un video oficial de presentación de Fort Hood detalla además que la base es el mayor empleador de Texas. También siempre ha sido descrita por responsables militares como extremadamente segura, además de que es la única con capacidad para acoger dos divisiones armadas.
El complejo militar recibe su nombre del general confederado John Bell Hood, quien participó en la Guerra de Secesión del siglo XIX. La base es conocida como “El Gran Lugar” (The great place) por las buenas condiciones de vida que ofrece, “uno de los más altos niveles” de todo el ejército estadunidense según la página web.
Además incluye toda una serie de infraestructuras para los soldados y sus familias como alojamientos, espacios de ocio, escuelas, lagos, un pequeño puerto de yates y establecimientos de cuidados sanitarios, entre otros.
En Washington, senadores y representantes guardaron un minuto de silencio en memoria de las víctimas. El gobernador de Texas, Rick Perry, ordenó poner hasta el domingo las banderas a media asta en señal de luto nacional.
Fuente:
http://www.jornada.unam.mx/2009/11/06/index.php?section=mundo&article=022n1mun